Nueve lunes en honor a San Gerardo de Mayela – LUNES CUARTO
EJERCICIO DEVOTO EN HONOR DE SAN GERARDO MAYELA, para practicarse en los nueve lunes que preceden su fiesta, 16 de Octubre.
Puede servir también para la Novena del Santo.
Por la señal de la Santa Cruz, etc.
Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
SAN GERARDO Y SU AMOR Era el tercer domingo de Mayo, y se celebraba solemnemente en la Catedral una fiesta a la Inmaculada Concepción. Expuesta se hallaba la imagen de María a la pública veneración; ya se disponían a sacarla en procesión, cuando Gerardo, que contaba a la sazón unos diecisisete años, después de haber orado con gran fervor delante de Ella, se levantó con el rostro inflamado como un serafín, abalánzase hacia la estatua, quítase el anillo que en el dedo llevaba, y con filial amor y sorpresa de los que la escena presenciaban, lo pasa a un dedo de la Virgen, exclamando de modo que lo pudiese oír toda la multitud reunida: «Vedme ya desposado con Nuestra Señora», como si dijera: «Ya no me pertenezco a mí, soy de María y a ella le consagro irrevocablemente mi pureza virginal». REFLEXIÓN Considera, alma cristiana, que no es buen cristiano el que no ama de veras a María Santísima. María es la Madre de Jesús, y no puede preciarse de ser verdadero amante de Jesús el que no ama también a su Santísima Madre. ORACIÓN ¡Oh bienaventurado y devotísimo hijo de María!, imploramos hoy vuestra protección, para que nos alcancéis una tierna, constante y filial devoción a la Reina de los Ángeles. Ya que tanto habéis deseado en la tierra ver propagada en todas partes y en todos los corazones una devoción tan saludable, no lo habéis de desear menos ahora que estáis en el Cielo a los pies de vuestra Santísima Madre, contemplándola cara a cara, hablándola y obsequiándola como Ella merece; por tanto os suplicamos humildemente que os hagáis nuestro abogado para con Ella, a fin de que nos mire como tierna Madre, se compadezca de nuestras necesidades espirituales, y sobre todo, de nuestra falta de amor de Dios, y nos bendiga desde el trono que ocupa en la Gloria y, haciéndonos perseverar en el servicio divino y en la devoción hacia Ella hasta el último momento de nuestra vida, tengamos la dicha de llegar por su medio a la eterna mansión de la Gloria. Amén. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. |
INVOCACIONES A SAN GERARDO
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